Recientemente hablaba con un fotógrafo que ha sido toda una institución en Zaragoza y decía que las bodas de ahora ya no son lo mismo, ahora casi no se ve a los novios.
Y tiene razón pero eso es bueno, la fotografía de boda no es una fotografía de personas. Es una fotografía ... de sentimientos.
Y esto pasa porque ya no solo queremos salir guap@s en la foto, queremos vivir un día memorable junto a nuestra familia y amig@s. Y queremos que todos sean protagonistas y contar esa historia para recordarla con una sonrisa en los labios cuando tiempo más tarde abrimos el álbum y volvemos a vivir el calor de ese momento, la lágrima furtiva, el cariño que acaricia la piel, las miradas que borran las palabras y los abrazos que quedan tatuados en el corazón.
Bienvenidos.
Es el momento de captar la fuerza y ternura que muestran para descubrir que, aunque pequeños, ya te aguantan la mirada con descaro.
- Ellos son los protagonistas.
- Yo, como la canción, ... solo pasaba por ah
Análisis fotográfico en Revista FV
La fuente principal incide por el lado angosto del rostro en este retrato y deja el lado amplio en una penumbra compensada localmente por el relleno de una fuente secundaria o reflector.
Este sencillo esquema, con las fuente ligeramente retrasadas, proporciona un modela excelente; es muy recomendable, sobre todo con modelos masculinos por el carácter que confiere, aunque no conviene a todas las facciones por el modo en que representa la arista de la nariz en particular. En este caso, contribuye a afilar el rostro del modelo, que desde una perspectiva lateral relativamente elevada presenta un esquema triangular invertido, con la barbilla en el vértice inferior.
El rostro aparece encajado por la diagonal descendente y respaldado por la diagonal complementaria, que asciende desde el jersey, prosigue por el cuelo y se proyecta por la sien hasta el vértice opuesto.
Además de las diagonales, tienen relevancia en la composición la línea maestra que sostiene a tronco y la transversal de los ojos, que contribuyen a lograr un resultado extraordinariamente equilibrado, hasta el punto de descartar cualquier alternativa de reencuadre.
Con una realización técnica impecable en todas las fases, la valoración que merece es muy buena.
La unión con el modelo y conectar con su interior es la síntesis del retrato.
Abordada por alguno de los más grandes maestros, la calle es uno de los espacios fundamentales para la creación fotográfica.
Alex Coghe explica que la fotografía de calle es, ciertamente, una instantánea de la vida urbana observada en su faceta cotidiana y que incluye todos sus aspectos: ironía, tragedia, imprevisibilidad, crueldad y hasta la belleza.
No existe una sola fotografía de calle, sino muchas: la humorística, la ecos visuales, yuxtaposiciones, la del momento excepcional...
La intuición parece definir mejor que es y que no es la fotografía de calle. Como dice Bruce Gilden: "Si se puede oler la calle al mirar una foto, es fotografía callejera".
La captura de lo insólito, de lo que rompe lo cotidiano, la excepción pícara o trágica, el eco entre los viandantes, eso es fotografía urbana.
Para el fotógrafo la vida en la calle debería ser como un partido de fútbol: debe de conocer las reglas, entender a los jugadores, saber anticiparse, estar atento, tenso esperando el momento justo. En gran medida, la fotografía de calle tiene como elemento clave la anticipación.
Interpretar el deporte.
Un instante congelado en el que descubres la belleza del deporte.
Un instante congelado en el que descubres la intensidad.
Un instante congelado en el que descubres la lucha.
Un instante congelado en el que descubres la belleza.
Un instante congelado en el que descubres el sufrimiento.
Todo en la vida es deporte. Todo en la vida es belleza.